Artículo de opinión titulado: “¿De dónde saca la plata la MUD?”
Fecha: 25 de agosto de 2016.
Textual:
Y así como quien pone la plata impone el ritmo de la fiesta, todas las acciones políticas de la MUD responden directamente al aterrizaje de los objetivos estratégicos -en Venezuela- de Estados Unidos y del complejo militar-industrial-financiero que lo sostiene como actor de amplia hegemonía global.
Esto no es decir cualquier cosa: defienden a capa y espada los intereses de un poder extranjero. Lo de “democracia” y “pueblo” en su vocabulario son simples recursos demagógicos para seguir pegando con saliva una máscara que se le cayó hace años. Todos estos recursos tienen un objetivo claro: garantizar la logística para desarrollar acciones violentas de calle y el despliegue político e internacional de actores de la oposición venezolana.
Vayamos a los datos duros que evidencian esta realidad:
Documentos filtrados por Wikileaks pusieron sobre el tapete cómo la Usaid entregó entre 2004 y 2006 15 millones de dólares a más de 300 organizaciones no gubernamentales conectadas y dependientes de la partidocracia opositora. El ex funcionario de La Embajada para aquel entonces, Robert Downes, fue el coordinador político de dicha entrega.
Ese mismo año, el ex encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en Caracas, John Caulfield, había exigido a Washington 3 millones de dólares adicionales para apoyar las gestiones locales de los pocos alcaldes y gobernadores recién estrenados de la oposición.
Más de 100 millones de dólares ha devengado el Departamento de Estado para apoyar logísticamente actividades de calle y manifestaciones de la oposición venezolana, entre los años 2002 y 2011.
Según documentos de financiamiento de la NED filtrados durante el programa Con el Mazo Dando el pasado mes de abril, la NED se bajó de la mula con 459 mil 563 dólares para cubrir los costos de la campaña electoral del 6D. Otros 474 mil dólares le cayeron a los actores políticos de la MUD, a través de la triangulación realizada por ONGs como Provea, Cedice y Foro Penal, entre otras.
Pero la embajada no sólo actúa como un centralizador y proveedor de recursos financieros para la oposición venezolana. Es también un centro de coordinación política, de gestión de necesidades específicas de la oposición y de ejecución de agresiones no convencionales contra el país. Y existe un dato estridente que así lo certifica:
Un cable filtrado por The Intercept, reseñado por Misión Verdad, refleja cómo el grupo F6 estuvo a cargo de las actividades de espionaje contra Pdvsa para buscar aplicar el formato Petrobras bajo el cual lograron destituir a Dilma Rousseff por la vía de la propaganda anticorrupción como estrategia de intervención. El grupo F6, según la filtración, opera directamente en la embajada de Estados Unidos en Caracas.
Más allá de la gravedad que significa que un gobierno extranjero espíe a la principal industria del país para buscar debilitarla internacionalmente, funcionarios de La Embajada están permanentemente activos en foros, “actividades académicas” y reuniones políticas con la oposición venezolana para coordinar estrategias y endosarles las líneas operativas que deben cumplir. Un trabajo de investigación realizado por esta tribuna el año pasado detalla cada una de estas actividades. La MUD responde a La Embajada y a sus dólares. La mediocridad necesita ser tutelada.
La fachada de La Embajada: Obama firma los cheques
La Embajada cuenta con una decena de fachadas educativas, culturales y de desarrollo académico para justificar el ingreso y manejo de recursos financieros. La gran mayoría de estos “programas” se enfocan en seducir a jóvenes venezolanos con alta capacidad académica para que se inserten en universidades gringas y terminen trabajando a mediano plazo para importantes corporaciones tecnológicas, financieras y farmacéuticas.
Nada fuera de lo común, ya que este mismo formato de infiltración de los intereses económicos estadounidenses en el sector educativo nacional (vía programas de intercambio académico y becas) y la extracción de profesionales se dan en todas sus embajadas del mundo.
Pero hay una fachada que genera sospecha, ya que fue lanzada por el mismo presidente Obama única y exclusivamente para Latinoamérica y el Caribe, y contó con un financiamiento inicial de 70 millones de dólares el pasado 26 de junio. Hablamos del programa Young Leaders of the Americas Iniciative, diseñado para crear una red de “jóvenes empresarios” con capacidades de expandir y ejecutar las ideas del libre mercado en la región.
Salta a la vista que para formar 250 jóvenes durante tan sólo cuatro semanas con expertos de ONGs se necesiten 70 millones de dólares.
La Embajada de Estados Unidos en Caracas afirmó la recepción de buena parte de esos recursos lanzando la convocatoria por su página web, la cual no está activada en la gran mayoría de las embajadas gringas en la región.
Ha sido tan evidente el financiamiento a la oposición vía ONGs, que esta fachada exclusiva para la región es perfecta para que siga bajando el financiamiento, La Embajada ostente recursos líquidos para su despliegue político y para que la oposición siga recibiendo lo que por empleados le corresponde, sin menoscabo de seguir filtrando recursos por lo tradicional.
Según una nota publicada por el portal Lechuguinos, la MUD está pagando 200 mil bolívares a transportistas para que trasladen gente para la marcha planificada del 1 de septiembre. Ese dinero no se está recolectando ni en verbenas, ni en actividades de recolección, ni mucho menos debe salir de los sueldos de los diputados de la MUD o de sus pichirres empresarios. La Embajada pone los cobres y presiona para que la actividad se dirija hacia la línea dura de desestabilización capitaneada por Voluntad Popular.
La Embajada no invierte de gratis. Nunca lo ha hecho. Desde el año 2002 funciona como caja chica, la principal fuente de financiamiento y el centro de coordinación política de la oposición venezolana. Hoy menos que nunca cambiarán sus objetivos y mucho menos lo que representan: un sofisticado mecanismo para la intervención extranjera y la recolonización del país.
Quien pone la plata decide qué música suena. Y es ahí donde la estrategia de márketing de la “crisis humanitaria”, la cólera de Almagro, la gira de la traición de Luis Florido y su combo y el verbo insurreccional en torno al 1 de septiembre, adquieren un sentido práctico y operativo: esos cobres bajados por el Departamento de Estado y Barack Obama se pagan con violencia callejera, desestabilización y difamación global en contra del país.
Y la clave geopolítica de este plan también se replicó en Rusia y en Ucrania se cristalizó: los financiamiento del las fachadas del Departamento de Estado sirvieron para armar revoluciones de color, supuestos movimiento no violentos e insurecciones planificadas bajo la cobertura de la “sociedad civil”. Es ahí donde los planes políticos y operaciones de Estados Unidos no tienen que ver con la localidad del conflicto, sino con grandes intereses geopolíticos, donde Rusia y Venezuela se posicionan como un bloque emergente de poder que desafía permanente a Washington.
Tanta ayuda a la oposición venezolana no escapa de esa desespero geopolítico.
Anteponen su deuda con poderes extranjeros como algo prioritario y esencial; aquello de “acabar” con las colas y recuperar económicamente el país están sólo en el plano de la demagogia.
Tienen una factura pendiente con los gobiernos e instituciones políticas y financieras en el extranjero. Y el 1 de septiembre tratarán de demostrarle a sus amos que ellos sí saben administrar esos recursos y cumplir con lo encomendado. La MUD es simplemente eso: un gestor local para grandes planes de intervención, el peor es nada de los gringos al que hay que pagarles una manutención para seguir sosteniendo la marca “oposición venezolana”. Le ha salido caro, y esa deuda tiene también altísimas tasas de interés que los pone en una situación límite.
Es lo único que tienen: deudas con gobiernos y poderes hegemónicos extranjeros.
Pero Rondón no ha peleado todavía. Administren bien sus cobres que ya no vale pedir fiao.
Extraído de la web de “Misión Verdad”:Obsérvalo aquí
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