Marino Alvarado defensor de derechos humanos de Venezuela, ex coordinador general de Provea y actual miembro de su Consejo Consultivo, fue víctima de un secuestro, robo y agresión junto a su hijo menor de 9 años en su casa. Cuando llegaba con su hijo a su residencia en horas de la tarde tres sujetos armados le esperaron en la entrada de su casa, los amarraron, agredieron físicamente y robaron equipos de computación, teléfonos y objetos personales.
Marino Alvarado debió ser suturado por herida en la cabeza. Este hecho se enmarca en una serie de criminalizaciones y señalamientos realizados por el Presidente de la República de Venezuela Nicolás Maduro y el Presidente de la asamblea nacional Diosdado Cabello por la labor de Marino Alvarado en defensa de los derechos humanos en Venezuela, así como por su participación en los sistemas internacionales de protección ONU, CIDH, CorteIDH. Estos difamaciones sobre posesiones de riqueza y pagos en moneda extranjera por su labor, en el país con más altos niveles de criminalidad de américa latina y con una impunidad superior al 90% según el Ministerio Público hace blanco a defensore/as de ataques de terceros, cuya responsabilidad también atañe al Estado venezolano.
Defensore/as de DDHH expresan su repudio y catalogan este hecho como inaceptable, solicitan al Estado Venezolano investigación, justicia y cese de criminalización, retaliaciones y falsas acusaciones de funcionarios de alto, medio y bajo rango en medios estatales contra defensore/as de derechos humanos.
No hay omisión posible del Estado en ataques contra defensore/as de derechos humanos
Basta de criminalizar la labor de los y las defensoras de derechos humanos.
¡Defender derechos es un derecho!
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